Sobre la hipertension

Controlar la presion interna del flujo de nuestra sangre es lo mas vital porque los daños que se pueden originar por una crisis , un ictus, son catastroficas para nuestra movilidad, pero aun en el caso de no producirse aun, las lesiones organicas con una glucemia alta, son tambien muy graves … aunque sean silenciosas


Qué es la presión arterial

El corazón es el órgano encargado de bombear la sangre que circula por nuestro organismo. Para impulsar el caudal sanguíneo a la circulación general, el ventrículo izquierdo del corazón se contrae y se relaja de forma cíclica, de forma que con cada contracción (sístole) empuja o bombea la sangre a las arterias (que son los vasos que transportan la sangre oxigenada desde corazón al resto de nuestro organismo), para después relajarse (diástole) y volver a llenarse de sangre (ver figura 1).
La presión o tensión arterial es la presión que ejerce la sangre sobre la pared de las arterias. Depende fundamentalmente de dos factores: el volumen o caudal de sangre que circula, y la resistencia que ofrecen las arterias a su paso.

Medida de la presión arterial

La presión arterial se mide habitualmente mediante un dispositivo denominado esfigmomanómetro (los hay de varios tipos), que nos da la medida de la presión arterial en milímetros de mercurio (mmHg). Estamos acostumbrados a que nos den esta medida en dos cifras. La cifra mayor (denominada presión arterial sistólica), es el valor que tienen las arterias en el momento de la sístole del ventrículo izquierdo y la menor (denominada presión arterial diastólica), es el valor que tienen las arterias en el momento de la diástole del ventrículo izquierdo.

Las normas básicas de medida de la presión arterial, son:

* El paciente debe encontrarse en reposo, al menos desde cinco minutos antes de la medida, y evitar realizar ejercicio físico previo
* La medida debe realizarse en un ambiente tranquilo, el paciente debe encontrarse mentalmente relajado, preferiblemente sin hablar.
* Evitar la toma de sustancias estimulantes (café, tabaco) antes de la toma de la presión arterial.
* Se deben realizar como mínimo dos medidas, y promediar. Si las dos medidas difieren en más de 5 mmHg, se deben hacer medias adicionales (hasta cuatro).

En términos sencillos, la hipertensión es una elevación mantenida en el tiempo de las cifras de presión arterial por encima de los valores normales.
La hipertensión puede clasificarse en categorías en función de las valores de presión arterial , pero estas son aun mas criticas en el caso de enfermos de diabetes y riñon

Desde hace unos años ya no se habla de “hipotensión”, sino de “presión arterial óptima” porque se ha demostrado que cuanto más baja se tenga la presión arterial, prevenimos en mayor medida enfermedades cardiovasculares.

Causas de hipertensión arterial

La mayor parte de los casos de hipertensión corresponden a la llamada “hipertensión esencial» , que no tiene una sola causa identificada, sino que se origina por una serie de factores, tanto genéticos (hereditarios) como ambientales.
Hemos visto como la presión arterial depende del volumen de sangre que circula y de la resistencia que ofrezcan los vasos a su paso. Cualquier causa que contribuya a incrementar el volumen sanguíneo (consumo de sal en las comidas) o a aumentar la resistencia de las arterias (aterosclerosis, tabaco), provoca una elevación de la presión arterial.
La “hipertensión secundaria» es la presión sanguínea elevada que tiene su causa en algún trastorno específico, como puede ser una insuficiencia renal, obstrucción vascular, mal funcionamiento de glándulas suprarenales, algunos medicamentos…

La hipertensión es una patología muy frecuente en el mundo occidental . Según datos de la Sociedad Española de Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), un 35% de la población adulta española padece hipertensión, y este porcentaje se eleva al 68% en mayores de 60 años.

Además, el principal problema de la hipertensión es que casi nunca se presenta aislada, sino que frecuentemente se asocia a otros factores de riesgo que contribuyen a que el paciente hipertenso presente un elevado riesgo cardiovascular.

Según un estudio realizado en el 2005 en población hipertensa que acude a consultas de atención primaria (HICAP), la hipertensión se presenta asociada con algún factor de riesgo : el colesterol elevado (79%), la obesidad abdominal (57,8%) y la diabetes mellitus (34,7%).

La proporción de pacientes hipertensos controlados (es decir, con cifras de presión arterial acordes con las guías de tratamiento) es baja. Según este estudio, solo un 39,3% de los pacientes hipertensos están controlados especialmente entre pacientes de mayor riesgo como los diabéticos (10,5% de controlados). El control de los factores de riesgo cardiovascular asociados a la hipertensión es asimismo bajo (18,8% en el caso de la diabetes).

Riesgo vascular asociado a la hipertensión

La hipertensión es un factor de riesgo muy importante de distintas enfermedades cardiovasculares. Es el principal factor de riesgo de padecer insuficiencia cardiaca (más de la mitad de los pacientes hipertensos presentan un alto riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca), ictus o enfermedad renal.

Cada aumento de 20 mmHg en la presión arterial sistólica, o de 10 mmHg en la presión arterial diastólica, dobla el riesgo de enfermedad cardiovascular, en todo el intervalo desde 115/75 hasta 185/115 mmHg.

Número de veces que aumenta la probabilidad de sufrir enfermedad cardiovascular por cada uno de los factores indicados, o por la combinación de varios. Un paciente hipertenso multiplica por tres su riesgo cardiovascular, y un paciente hipercolesterolémico por cuatro. Si presenta ambos factores de riesgo, su riesgo cardiovascular se multiplica por nueve .

Tratamiento de la hipertensión

Actualmente existen diferentes guías de tratamiento tanto internacionales como locales de tratamiento de hipertensión arterial. Todas ellas coinciden en que cualquier tratamiento contra la hipertensión debe comenzar con un cambio en el estilo de vida y en adquirir hábitos de vida saludables (alimentación correcta, ejercicio físico habitual…).

Sin embargo, la realidad nos dice que no siempre es fácil adquirir estos hábitos, de modo que con frecuencia es necesario iniciar un tratamiento farmacológico.

Este tratamiento farmacológico debe ser individualizado para cada paciente en función de su historia clínica, riesgo cardiovascular global, tolerabilidad de la medicación, etc.

Existen en la actualidad distintos grupos terapéuticos de fármacos para el tratamiento de la hipertensión. Si es Vd hipertenso o sospecha que puede serlo, hable con su médico. En cualquier caso, es indispensable un correcto cumplimiento de la medicación para lograr un control de la hipertensión adecuado.

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